Exportaciones de cítricos peruanos crecerían hasta 12% en volumen durante 2025
Las exportaciones de cítricos peruanos —incluyendo mandarinas, naranjas, toronjas, limas y limones— tendrían un crecimiento estimado de entre 10% y 12% en volumen durante el año 2025, superando las 304.447 toneladas enviadas en 2024. Así lo indicó Sergio del Castillo Valderrama, gerente general de ProCitrus, la Asociación de Productores de Cítricos del Perú.
El aumento proyectado responde principalmente al mayor dinamismo en los envíos de mandarinas y de lima Tahiti. Según el ejecutivo, hasta la semana 18 (cerrada el 4 de mayo), las exportaciones de mandarina temprana (variedades Satsuma y Nova) registraron un crecimiento del 135%, pasando de 11.151 a 26.206 toneladas. En paralelo, los despachos de lima Tahiti subieron un 36%, al alcanzar las 28.525 toneladas frente a las 21.008 del año anterior.
Este fuerte incremento en las mandarinas se debe a que en 2024 la producción se redujo casi a la mitad respecto a 2023, debido a condiciones climáticas adversas. Este año, sin embargo, los volúmenes se han recuperado y ya igualan los niveles del 2023.
Asimismo, se prevé un repunte en las mandarinas tardías (como W. Murcott y Tango), así como en las exportaciones de naranjas, que se destinan principalmente a la industria de jugos y actualmente gozan de buenos precios en el mercado internacional.
Las mandarinas representan cerca del 75% del total exportado en cítricos y esta proporción se mantendría estable. En el caso de la lima Tahiti, se espera que las exportaciones alcancen las 50.000 toneladas este año, superando las casi 40.000 del 2024.
Costos logísticos generan preocupación en el sector
A pesar del panorama positivo en cuanto a volumen, el sector enfrenta un desafío importante: el alza en los costos de transporte marítimo. Según Del Castillo, los fletes han subido entre 50% y casi 100% respecto a la campaña pasada, lo que pone en riesgo la rentabilidad, especialmente de las variedades tradicionales (no patentadas) que se exportan en los primeros meses del año.
“Las variedades como Satsuma, Nova, Tangelo o Minneola tienen retornos muy ajustados, por lo que son altamente vulnerables al aumento de costos”, explicó. A diferencia de otros productos agroindustriales de alto valor, como el arándano o la uva, el cítrico no puede absorber incrementos de costos tan fácilmente.
Esta situación ha llevado a que algunos productores evalúen destinar su fruta al mercado interno o incluso considerar un cambio de cultivo. Sin embargo, esta opción también presenta riesgos, ya que un incremento súbito de oferta en el mercado nacional —especialmente de mandarinas, que son para consumo en fresco— podría provocar una caída de precios.
“El mercado local no tiene capacidad para absorber grandes volúmenes adicionales de mandarina. Si la oferta se dispara, los precios caen inevitablemente”, advirtió.
No obstante, Del Castillo se mostró optimista con los volúmenes alcanzados y la calidad de la fruta, destacando que los árboles están ofreciendo calibres, color y condiciones adecuadas. “El panorama en términos de volumen y ventas es prometedor. Pero lo que realmente importa es la rentabilidad. Sin ella, se perderá interés en cultivar variedades tradicionales y se optará por otras más rentables o incluso otros cultivos”, afirmó.
El representante de ProCitrus recordó que tras la derogación de la Ley de Promoción Agraria a fines de 2020 (Ley N.º 27360), los costos de producción se incrementaron, restando competitividad al sector. Esto provocó en su momento el reemplazo de muchas áreas de mandarinas tempraneras, y estas mismas variedades vuelven a verse amenazadas hoy por el alza en los costos logísticos.
“Sería importante que los agentes logísticos manifiesten su disposición para dialogar con el sector y encontrar mecanismos que permitan negociar condiciones más competitivas para los fletes. Eso ayudaría a preservar un cultivo clave para la agroexportación peruana”, sostuvo.
Impacto limitado de aranceles de EE.UU.
Respecto a los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos, Del Castillo indicó que por el momento no se espera una afectación significativa en la demanda de cítricos peruanos por parte de ese mercado, principal destino de exportación para este grupo de productos.
“Si el crecimiento general de las exportaciones de cítricos es del 10%, estimamos que los envíos a Estados Unidos también aumenten en la misma proporción”, precisó. Añadió que, salvo Sudáfrica —a quien se aplicó un arancel más alto—, todos los principales países competidores de Perú enfrentan la misma tasa del 10%, lo que nivela el escenario competitivo.