El caso Maersk Saltoro: Alerta para exportadores frutícolas
En Perú, donde el crecimiento de las agroexportaciones —especialmente de productos como el arándano, la palta y la uva— se ha consolidado como un motor clave para la economía, los desafíos logísticos en el comercio internacional son una preocupación constante. Casos recientes ocurridos en países vecinos, como Chile, ofrecen lecciones relevantes para el sector exportador peruano. A continuación, compartimos el análisis del abogado Miguel Sagovia de la firma Araya & Cía. Abogados, sobre una situación que ha encendido las alertas en la industria frutícola del sur: el incidente del buque Maersk Saltoro y su impacto en la temporada de exportación de cerezas hacia China.
Los exportadores de cerezas en Chile enfrentan un nuevo obstáculo luego de que el buque Maersk Saltoro, pieza fundamental del servicio Cherry Express hacia China, sufriera una falla de motor. Esta situación ha interrumpido la cadena logística en una temporada ya golpeada por los bajos precios en el mercado asiático.
Ante esta contingencia, una de las medidas que podrían adoptarse es la declaración de avería gruesa (general average), lo que implicaría distribuir los costos de reparación entre los dueños del buque y los exportadores, proporcionalmente al valor de la carga y del flete. Asimismo, se ha planteado la posibilidad de que la naviera invoque fuerza mayor, argumentando que opera solo como arrendataria del barco. Ambas alternativas conllevan desafíos jurídicos relevantes.
Cabe precisar que la declaración de avería gruesa es una prerrogativa exclusiva del propietario del buque. No obstante, existen vías para mitigar sus efectos. Una opción sería que la naviera negocie con los armadores del buque para evitar que se exijan garantías como condición para liberar los contenedores en destino. En cuanto a la fuerza mayor, su aplicación es compleja, ya que requiere probar con claridad que se configura dicha causal, y no impide iniciar acciones legales contra el propietario de la nave.
Otro aspecto crucial es la cobertura de los seguros de carga. Muchos exportadores podrían enfrentarse a límites en sus pólizas, especialmente en lo que respecta a indemnizaciones por demoras. Tras la pandemia, varias aseguradoras han ajustado estas coberturas, dejando a algunos exportadores con compensaciones muy por debajo de sus pérdidas. Frente a ello, es clave activar las pólizas disponibles y establecer un monto de reclamo bien sustentado ante el transportista.
En los casos donde no exista cobertura o esta sea insuficiente, resulta fundamental adoptar una estrategia jurídica adecuada. Contar con abogados especializados en derecho marítimo internacional puede marcar una gran diferencia. La experiencia en normativas como las Reglas de Hamburgo, las Reglas de York y Amberes, y el funcionamiento de los seguros P&I (Protection & Indemnity) es vital para abordar correctamente este tipo de controversias.
Por todo lo anterior, es evidente que los exportadores deben actuar con rapidez para resguardar sus derechos. Comunicar la situación a las aseguradoras, notificar a los transportistas sobre posibles daños, y coordinar inspecciones conjuntas en destino son pasos claves para sustentar cualquier reclamo posterior y activar las coberturas correspondientes.